martes, 26 de noviembre de 2013

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Es cuestión casi de estado para el logro de un proyecto  que la gente se afane en lograr elevar  la autoestima de cuanta gente la tenga baja o no la tenga, para ello se pone en marcha una batería de talleres, pasacalles, consultorios, programas de radio y cuanto sea necesario y más todavía.  Sin embargo, tomando en cuenta la  cuestión virtual, pues todo lo anterior es demasiado, ya que un estudio avalado por la Universidad de Wisconsin- Madison (EE.UU) dice que los usuarios de Facebook que pasan 5 minutos tiempo mirando sus perfiles experimentan un impulso en la autoestima. Oh!

Y a todo esto ¿De qué se trata la autoestima?
Tenemos los conocidos: autoestima es… aceptarse tal como eres. Autoestima es…quererse a uno mismo. Autoestima es…respetarse a uno mismo. A nuestro entender lo que plantea el psicólogo Jonathon D. Brown es  más sencillo y útil de aplicar, dice que toooodos tenemos un nivel básico de autoestima (aquí no existe: ay pobre no tiene autoestima) el cual se desarrolla durante la infancia a partir de las interacciones con los padres. Para Brown la autoestima es el afecto que sentimos hacia nosotros mismos en las buenas y en las malas. El afecto sano que no llega a pasar al lado del narcisimo.



¿Para qué sirve la autoestima?

Brown nos da una idea: la autoestima  nos hace  capaces de lidiar con más facilidad con las situaciones tensionantes o desfavorables. O sea, bajo perspectiva alguna y pasando por el proyecto ideal o  el taller perfecto podemos garantizar que una vez elevada la autoestima la vida se vuelve color de rosa. La idea es que las personas con ese nivel básico de autoestima nos cambiemos, mejoremos e iniciemos un romance sin fecha de caducidad con nosotr@s mism@s en el ambiente que nos toque estar y con la libertad de salir de ese ambiente si nos nos conviene.

Si te hiciste la super foto y la colgaste en tu muro y no te  dijeron que esta riquichichim@, ¿Te llega o ya te pusiste mal? ¿Acaso necesitas que te califiquen? Las redes sociales pienso no pueden determinar la vida de la gente solo la expone.
  
Estas situaciones (del gráfico) vienen del hogar se instalan en las escuelas y en estos tiempos se publican para el mundo: niñ@s y adolescentes que engañosamente se sienten acogidos en un mundo virtual donde  encuentran una poquita de aprobación.




                                                                                                                Colaboración: Cecilia Rubio

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