miércoles, 13 de noviembre de 2013

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 En estos tiempos  si no eres creativo no sobrevives. Claro es  algo exagerado aunque en algunos contextos  prometen consolidarse. De entre tantas barreras que no dan paso a la creatividad HOY nos quedamos con esta:


MIEDO A EQUIVOCARSE, y  seguimos desmenuzando y nos quedamos con EL MIEDO A PREGUNTAR. Sí, esa sensación que se queda en la garganta y llega a la punta de la lengua y cuando piensas que ya estas list@ te tragaste la duda cuando pensaste…"na, se burlaran de mí, es una pegunta obvia”. Casi estas convencid@ de tu pensamiento pero oh! Alguien  alzo la mano y formuló tu duda entonces tienes la certeza de que era una excelente pregunta.

Esa especie de freno: el miedo a preguntar es un obstáculo emocional que le pone cabe a tu proceso creativo; y está relacionado con evitar a toda costa sentirte ridícul@ y no arriesgar. La pregunta es y ¿De dónde nace ese miedo?. Pues exactamente no sabemos para cada caso, pero si daremos ideas generales aquí te va:
  • De una mala experiencia en la escuela que  te dejó con la idea de que preguntar no es lo tuyo. ¿Se entendiooo?
  • De evitar sentirse vulnerable al dar  la impresión de “no saber” sobre algún tema en especial en una clase, en una reunión de trabajo, etc. 
  • De no salir de la zona de confort y preferir a vivir con la duda antes que quedar en ridículo.
  • De mantener un estado de tensión constante
  • De creerse que no puedes aportar cosas importantes con tus preguntas.

El miedo es algo normal, pero acuérdate que para un proceso creativo si algo no te queda claro PREGUNTA! Date permiso para el ridículo, más vale parecer tonto 5 minutos y preguntar que callarse y serlo toda la vida.
Las preguntas te generan nuevas ideas además de organizar tus conocimientos, son como la punta de la madeja que te invita a seguir descubriendo y descubriendo.

Hasta pronto!


 Colaboración: Cecilia Rubio

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